Bélgica es “un vivero para el terrorismo islamista” en Europa

31/Ago/2015

El Observador

Bélgica es “un vivero para el terrorismo islamista” en Europa

Bélgica, donde residió Ayoub El Khazzani, el joven que
intentó atacar la semana pasada un tren que iba de Amsterdam a París, “es
un vivero del terrorismo islamista” en Europa.
El país de 11 millones de habitantes también es el Estado
europeo con mayor proporción de yihadistas en Siria y en Irak. Según el
Ministerio del Interior, 440 belgas se unieron a la yihad en los últimos meses,
de los cuales 260 seguirían allí, 60 habrían fallecido y 120 habrían regresado.
“Bélgica es un centro neurálgico, un vivero del
terrorismo islamista, pero no es el único en Europa”, afirma Claude
Moniquet, codirector del European Strategic Intelligence and Security Center. El
experto también cita Reino Unido, la región francesa de Ródano-Alpes y las
zonas de París y de Roubaix-Tourcoing.
En los últimos meses, mientras 5 mil europeos viajaban a
Siria para alistarse en organizaciones yihadistas y Europa sufría una serie de
atentados relacionados con el islam radical, Bélgica apareció en varias
investigaciones como un lugar de residencia, de compra de armas o como un
objetivo para los grupos islamistas.
En mayo de 2014, el francés Mehdi Nemmouche, que había estado
combatiendo en las filas del grupo Estado Islámico (EI) en Siria, atacó el
museo judío de Bruselas causando cuatro muertos.
En enero, justo después de los atentados que dejaron 17
muertos en París, la policía belga abatió a dos presuntos yihadistas tras
asaltar su escondite en Verviers.
Las autoridades también registraron varias viviendas y
detuvieron a sospechosos en todo el país, sobre todo en Molenbeek-Saint-Jean,
un barrio popular de Bruselas donde también vivió El Khazzani. La célula
desmantelada allí, cuyo presunto cerebro sigue libre, planeaba atentar de forma
“inminente” contra comisarías y policías en las calles, según la
fiscalía belga.
Demasiadas Kaláshnikov
Bélgica también es un centro neurálgico para el tráfico de
armas, reconoció el ministro de Justicia, KoenGeens, esta semana. “Es
evidente que un número demasiado alto de esas Kaláshnikov ilegales llegan aquí
procedentes de Europa del Este, declaró.
Según los medios locales, parte del arsenal utilizado por
los hermanos Kouachi en el ataque contra Charlie Hebdo en enero en París y por
Amédy Coulibaly contra un supermercado kosher fue comprado en Bruselas.
El fiscal federal de Bélgica, Frédéric Van Leeuw, da una
idea de la magnitud del problema. En 2015, abrió “más investigaciones
vinculadas con el terrorismo que en todo 2014 y se trataba de un año récord con
195 investigaciones”.
En febrero, tras un juicio contra 46 miembros del grupo
salafista Sharia4Belgium, el tribunal de Amberes había condenado a su líder,
Fuad Belkacem, a 12 años de cárcel por enviar a decenas de voluntarios a Siria.
“En varias investigaciones sobre jóvenes franceses que
regresaron de Siria, hemos descubierto que se radicalizaron al leer
publicaciones de Sharia4Belgium”, que ayudó a algunos de ellos a emprender
el viaje, explica Moniquet.
La mayoría de los yihadistas belgas crecieron en las zonas
pobres y con mucha población de origen extranjero de Amberes, Bruselas,
Verviers o Vilvorde.
En 2013, Bélgica fue uno de los primeros países de Europa en
alertar sobre la amenaza que representan los yihadistas europeos que regresan a
sus países tras su paso por Siria o Irak.
El país pide desde entonces, junto a Francia, que se
refuerce la cooperación policial y la colaboración con los países de origen y
de tránsito de esos yihadistas.